La ética derivada de las filosofias del confucionismo y del budismo zen, aplicados al Karate-Do:
La Rectitud: ser capaz de tomar una decisión sin vacilar. Ser justo y objetivo en toda circunstancia.
El Coraje: afrontar el reto de tomar decisiones.
La Bondad: ser magnánimo, paciente y tolerante.
La Cortesía: el respeto y las buenas maneras del comportamiento.
El Desprendimiento: actuar desinteresadamente, sin egoísmos y generosamente.
La Sinceridad: decir siempre la verdad, defender ésta, y ser fiel a la palabra dada.
El Honor: aprecio y defensa de la dignidad propia.
La Modestia: no ser soberbio ni vanidoso.
La Lealtad: no traicionar a nadie, ni a uno mismo. Ser fiel a las propias convicciones.
El Autodominio: tener control sobre los actos, emociones y palabras.
La Amistad: entregarse en un todo. Saber compartir y ayudar.
La Integridad: tratar a todos por igual, defender los principios, y ser fiel a los compromisos.
Generosidad: dar sin pedir nada a cambio.
Imparcialidad: emitir juicios de acuerdo a la verdad.
Paciencia: es tolerar lo intolerable.
Serenidad: control de los impulsos ante conflictos y dificultades.
Autoconfianza: creer en uno mismo.
Comentarios
Publicar un comentario